
«Siempre le tuve en mi radar«. Eso le dije a un amigo cuando comentábamos la noticia de su fallecimiento.
Los músicos se cuelan en tu vida y forman parte de ella, de lejos. Algunos además te construyen. No puedes imaginarte sin ellos, sin su influencia. Eres como eres, en parte, por ellos. Y cuando se van, en realidad para tí siguen ahí. Solo que ya no suenan en tu radar. Tú sigues haciendo barridos, rodeado de todo lo que te dieron, sus sonidos, sus imágenes. Siguen ahí, pero ya no están aquí. Y duele.
La noticia me dejó completamente descolocada, y aunque escribir lo que se me pasa por la cabeza es un estilo de vida para mí, esto no ha sido nada fácil. No voy a hacer un repaso objetivo de su carrera porque lo he intentado y no me sale. Si quieren conocerla, este no es un mal resumen. A mí aquí y ahora lo que me apetece es ser subjetiva, y dejar que suene.
No he tropezado con ni un solo comentario negativo acerca de él y he leído un rato, créanme. Me refiero a comentarios más allá de algunas tonterías que he visto comentar a gente que no tenía ni puta idea de sus problemas de salud, por ejemplo.
No era un guitar heroe, era un heroe a secas. Tenía una imagen siempre llamativa, espectacular en su momento, y sin embargo en el escenario parecía más interesado en que se le oyera. No en que se le oyera a él, sino en que se oyera su guitarra en su sitio. Es lo menos parecido al típico guitarra que uno se pueda imaginar. No parecía interesado en apabullarnos con sus solos o sus riffs. Ni en comerse el escenario, ni en aullar. Se le oía y se le veía, inconfundible, en su sitio.
Supongo que esto es lo que en gran parte le hizo pasar desapercibido ante mucha gente. Y el hecho de que fuera, por etapas, sustituido o acompañado por otros guitarras. También sus constantes cambios de look. Y que este país es muy ingrato.
Cuando yo vi a Radio Futura en Las Palmas, creo que fue en 1989, él no pudo venir. Menudo palo. Me pasé el primer cuarto de hora repitiendo «No está… ¡no está!» (y mis amigos «¿No está quién?«). Así que nunca le vi en directo.
Sería una estupidez decir lo de «sin él Radio Futura no habría sido lo mismo» porque no lo habría sido sin cualquiera de ellos, pero lo cierto es que cuando no se oye su guitarra en esas canciones, no es lo mismo. No se le puede imitar. Es un estilo – un sonido – propio, único. No deja de sorprenderme su forma de tocar ni verle haciendo ese «ruido» en directo, y aquí dejo algunos momentos. En algunos de los vídeos enlazo a puntos concretos que me llaman la atención, pero les sugiero que encuentren un rato y se los vean enteros.
- Escuela de calor + La estatua del jardín botánico: Enlazo a una parte de «La estatua…» porque es Magia. (+ el mítico peinado)
- Interferencias: Benidorm, 1983. ( + la igualmente mítica estampa del puro en la boca)
- Escuela de calor: Este vídeo me encanta porque Enrique ocupa el centro del escenario, que no es el lugar más típico pero le sienta muy bien.
- Tus pasos: Un tema instrumental no muy conocido, en directo en tv.
Y me voy con este tema, «Fuera de casa», de su proyecto en solitario, Enrique Sierra y Los Ventiladores. Un directo de 1995 en el que se puede ver que a Enrique le gustaba tanto destacar que no salía con uno sino con dos guitarras más al escenario y casi no les dejaba sonar…
Enrique Sierra (1957-2012): The memories you’ve made will go on and on

Deja un comentario